Cada año, la agenda de Maestra con Clase sale a la luz con la intención de ofreceros un producto a vuestra medida, que responda a las necesidades reales del día a día como maestras y maestros. Así, siempre he intentado ir un paso más allá de lo que típicamente podemos encontrar cuando buscamos un producto de estas características, pensando cómo aunar todas esas herramientas que utilizamos para tenerlo absolutamente todo organizado.
Por ello, la agenda de Maestra con Clase no es sólo una agenda, sino que también encontrarás en ella un planner mensual y semanal, así como un cuaderno de docente. Un tres en uno para aligerar la mochila y llenar tu rutina de páginas llenas de color, reflexiones, dinámicas y anécdotas.
La propuesta de este año coincide con un punto de inflexión en Maestra con Clase, este giro a la web, a los productos y a la misión solidaria que ponemos en marcha desde ya. Por eso es realmente especial que el tema de este año vaya dirigido, precisamente, al origen de todo: exactamente, vosotras, vosotros. Las maestras y maestros.
Bajo el lema CONECTA CON TU YO PROFE, el curso 23-24 va a ser por y para ti en primer lugar. Nosotras, esas maestras y profes que nos inspiramos y crecemos cada año a nivel profesional y personal. Esa profe, esa maestra, que a veces dejamos de lado y a la que no escuchamos o priorizamos, a pesar de ser el motor de todo lo que hace soñar, aprender y crecer al alumnado.
Cuando comenté con Laura Guiomar la idea que tenía para la temática de este año, supe que había acertado al elegirla para este nuevo comienzo en Maestra con Clase. Ha representado perfectamente el texto que le pasé en su día y las charlas que tuvimos cuando diseñamos la portada.
Su arte (gracias una vez más, Laura) ha podido dar vida a esas maestras y profes que nos inspiramos y crecemos cada curso escolar, que se nutre de pequeñas grandes cosas para convertirte día a día en la maestra que eres y serás. Conectar con aquello que realmente te hace sentir tu profesión, darte a tu vocación, pero sin olvidarte de ese plano más personal, que tan importante es y que tan olvidado está. Las horas de formación, de burocracia, de cansancio y estrés acumulado, de carga mental, son innegables. Pero también lo son la satisfacción, pequeños y grandes logros en mi alumnado y en mí misma, compartir tiempo y ver su evolución a todos los niveles... Es una sensación única.
Cada vez que realizamos esa educación consciente, conectamos con nuestro yo profe, y surge nuestra parte más creativa, más auténtica, más esencial.
Por ello, ¡qué importante es conocerse, creer y confiar en una misma! Sin presiones, sin llegar a todo, cuidando de tu salud emocional y mental.
Tardé un tiempo en comprender que mi alumnado no necesitaba una profe perfecta, sino una maestra feliz y que se permita disfrutar de su trabajo. Aprendo día a día a ser mi mejor versión en la escuela, y eso pasa necesariamente por conectar conmigo y quererme.
Si cuido de mí, educar será tan enriquecedor para mí como lo es para las niñas y los niños que comparten mi aula y mi vida. Si conecto con mi yo profe, mi esencia docente será mi guía en este viaje que es la de dedicarse a la educación... ¡Menuda aventura!